El artículo anterior de esta serie sobre vanguardia o idealismo hace hincapié en el atributo de la iniciativa Ambra que la diferencia de esfuerzos asistenciales: es un mecanismo que una vez establecido, ha de dar al mundo en lugar de requerir de donaciones para su causa.
El ser una efectiva máquina dadora de vanguardia denota dar cualquier bien que es causa de un ideal detectado, y este artículo tiene como intención declarar claramente el cuidado que se debe tener en la expresión de todo ideal; cuidar que el aspecto destructivo de un idealismo no se manifieste.
Todo trabajo de vanguardia implica imprimir un cambio que puede entrar en conflicto con lo establecido al momento. Este trabajo de “dar vanguardia” debe tener siempre en cuenta al otro que está cómodo con su realidad, por lo que una máquina de vanguardia ha de trabajar siempre mediante el ejemplo y la muestra de “lo deseable” por considerarse “más bueno” como ideal, nunca mediante la imposición. Un cambio ocurre efectivamente cuando el que observa se da cuenta de una realidad potencialmente mejor y se identifica con ella, es cuando el individuo dice “quiero ser así”, se identifica con una Voluntad que es superior a la de él y entonces la ejecuta con poco esfuerzo.
En todo tipo de situación, el fracasar en la implementación de un ideal deja un claro entendimiento de esto: la guerra, el colapso o la desintegración surge cuando un ideal está intentando ser realizado a la fuerza en lugar de mediante la suave impresión que deja un ejemplo y su resultado.
El mostrar un ideal implica dar, el pedir para un ideal implica forzar. El objetivo de “lo ideal” es llevar a todas las partes a un estado de mejora, una unificación, y no para la propia satisfacción de las creencias respecto a ese mismo ideal. Tengamos ello siempre presente.]
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