I have a dream, “tengo un sueño”, frase de uno de los discursos más recordados de la historia reciente, y con la que se puede identificar todo ser humano que ha tenido, al menos por algún momento, un ímpetu que puede ignorar toda dificultad, enfermedad o carencia, o seducciones de una vida confortable y placentera. ¿Qué le da a un ser humano esa fuerza? Hablamos aquí de una visión que evoca un profundo suspiro, automático, una vez que la visión se percibe claramente; una especial forma de síntesis, la imaginación de un vehículo para un futuro deseado y que evoca al instante una Voluntad con la que se identifica aquel que logró verla claramente. En ese momento, aunque sea por ese solo micro-instante, el individuo más que comprende sino que sabe que la manifestación de esta visión es inminente y eventualmente inevitable, apareciendo en él un impulso por participar en su realización. Es la energía convertida en inusual fuerza, física como lo es por propia definición, detrás de desde un sencillo enamoramiento hasta las proezas más grandes, heroísmos, de la humanidad; la ignorada causa detrás de un suspiro.
Dos hechos deben estar bien asentados en el individuo para entender el tipo de fuerza evocada detrás de una verdadera visión de futuro y no de pasado, la primera, que dicha visión no es de quien la tiene, no es el imaginar una fantasía sino que es un instante de verdadero entendimiento sobre las interrelaciones que formarán el futuro cuerpo de “algo”, una entidad más grande que un individuo, que lo usará, es decir, que su propósito en realidad emana de una fuente más grande y perfecta que aquel que logró detectar la idea; y segundo, que ese entendimiento le revela una característica fundamental: es Bueno. Bueno entendido íntegramente, o sea, una calidad tanto extremadamente funcional como de suprema bondad.
La iniciativa Ambra será el resultado de una visión, bajo el concepto de visión descrito anteriormente, por lo que en la realidad es esencialmente una máquina, una muy eficiente máquina de desarrollo civilizatorio, dedicada a dar, radiar, mediante el ejemplo y bienes palpables, guía en todo departamento de la vida humana así como restaurar el potencial de sus individuos en mayor desventaja o frustración. Para su logro, buscamos que muchos respondan participando en la detección de su total complexión y ser parte de ella como pilares de su funcionamiento y perduración. Es necesario que el individuo interesado vibre, resuene, con un sueño que le haga sentir suspiro. Ese suspiro solo puede venir, como en cualquier enamoramiento, si la inclinación o actividad de menor resistencia del individuo está relacionada con una de las partes o funciones a desempeñar dentro de la visión.
Siete puntos son las fuentes para entretejer la complexión de Ambra. Las cualidades de cada uno se irán exponiendo paulatinamente, su dirección al momento y de forma abierta en principio, para que todo aquel interesado pueda tanto hacer preguntas públicas que ayudarán a todos los participantes, como aportar en la dirección vigente del desarrollo del proyecto.
Conforme el proyecto avance éste se irá necesariamente cerrando a una colaboración más estrecha con aquellos que respondan al llamado y hayan seguido la justificación de su desarrollo, es decir, que para ese entonces ya contemplen la visión con suficiente detalle, visión formada por lo que ellos mismos han ido detectando y aportando según sus propios talentos. El individuo con interés en esta iniciativa ha de tener siempre presente que su concreción es un trabajo de respuesta grupal a una fuente de donde emana lo que alimenta la visión, una fuente desconocida que no es propiamente quien la propuso ni sus participantes para realizarla sino que es respuesta a una necesidad civilizatoria. Debemos sentirnos nada más que sus instrumentos debido a que nos identificamos como una parte de su propio gran propósito.
Solo uno de los siete puntos debe ser foco de las energías del participante activo, buscando como guía la sensación más bella o intensamente coherente que la descripción de dicho punto le evoque. Ello le hará encontrarse a sí mismo como parte de una función bañada con una cualidad específica, su propia cualidad de menor resistencia y que si es bien definida, con seguridad, le hará suspirar literalmente. Artículos técnicos, de datos y reflexivos se van publicando como indicios, para que los participantes de cada punto unifiquen sus mentes pensando atenta y detenidamente sobre el tema y soluciones. A todo interesado le invitamos a seguir y leer los artículos sobre esta iniciativa y sus puntos subsidiarios, participar en los comentarios preguntando y proponiendo. Recibirán respuesta y quien persevere, su propia Alma le revelará su lugar dentro de la visión. Cuando sus colaboradores la contemplen terminada en su mente con suficiente detalle, Ambra estará tocando a la puerta de sus propias vidas:
Desarrollo del punto 1 — Lágrima de compasión
Desarrollo del punto 2 — Rescate de los meritorios
Desarrollo del punto 3 — Una ciudad
Desarrollo del punto 4 — Interacción con el mundo
Desarrollo del punto 5 — Instrucción Concreta