Nuestra causa es elevar el nivel de consciencia humano hasta su máximo potencial. Para ello, es necesaria la creación de un mundo que garantice la generación de bienestar para todos los habitantes mediante la consolidación una era de prosperidad continua.
Las fallas e ineficiencias inherentes al sistema de organización civilizatoria entendido como democracia y otros, provienen de la incomprensión de los elementos que componen a un ser humano así como la correcta determinación de lo que da el derecho a un ente de tomar decisiones que afectarán a todo el conjunto. La jerarquización de la capacidad creativa, esto es, de la capacidad de amar lo que se hace, es el concepto determinante.
Nuestro motivo no tiene dogma alguno pero afirmamos la autoevidente inteligencia detrás de todo proceso creativo, al ser imposible que lo que entendemos como Universo sea de una naturaleza distinta a las partes creadas y mantenidas por la interrelación de su propia sustancia, por tanto, afirmamos que somos todos hijos de un mismo Padre. Que no pretendemos destruir la religión sino el recuperar su sentido de ciencia “esencial”.
Nos regimos por cinco puntos que definen toda nuestra ética: los Rectores.